Márketing e Innovación constituyen a menudo un paradigma de éxito y liderazgo en los mercados; al tiempo que marketing y calidad ha pasado a constituir un binomio de obligado cumplimiento para las empresas.
A menudo se asocia el concepto de marketing a determinadas políticas de comunicación que limitan en gran media su aplicación y generan una percepción deformada de la disciplina. Utilizado muchas veces en sentido peyorativo como sinónimo de vacío de contenido, fachada, publicidad engañosa, venta agresiva, etc. ha conseguido calar y prevalecer sobre su verdadera dimensión.
Phillip Kotler definía el concepto de mercadotecnica (1985) como la actividad humana dirigida a satisfacer necesidades y deseos mediante procesos de intercambio, pero haciendo una precisión de vital importancia: su enfoque concebía la disciplina como medio mediante el cual las organizaciones logran identificar las necesidades no satisfechas, las convierten en oportunidades y crean satisfacción y utilidad. De este modo se conseguía aportar progreso y valor.
Este concepto de valor, constituye el núcleo central de herramientas de innovación (análisis del valor) que confrontan las funciones aportadas por un objeto o servicio frente a su coste.
La calidad, el tercer vértice del triángulo junto a marketing e innovación, y en particular la visión actual que incorporan estándares como el ISO 9001 ha asumido como condición sine qua non en los llamados requisitos de cliente la exigencia de que atienda una verdadera necesidad de mercado. Un proceso realizado con magnífica precisión que no es demandado por los clientes o usuarios deja de aportar valor a la empresa y por tanto impide asegurar la gestión de la calidad en la misma.
La innovación como tal, no es otra cosa que una de las múltiples estrategias para la sostenibilidad de la organización. El éxito actual de las estrategias basadas en la innovación reside en que a menudo permite eludir la presión de competir en costes (y por consiguiente en precios bajos) por el volumen de mercado, y en cambio tratar de focalizar los esfuerzos sobre segmentos que aporten un mayor beneficio. Supone que los consumidores otorgan mayor valor al producto y están dispuestos a pagar precios más altos (…están pensando en Apple…). La innovación concluye siendo un pilar de la estrategia de liderazgo en diferenciación que tan bien explicara Michael Porter.
El éxito de las empresas en la actualidad para por comprender el comportamiento, intereses y necesidades de sus clientes y consumidores, y aplicar los procesos necesarios para convertir dichos hallazgos en oportunidades y utilidad para la sociedad y por ende para el negocio.
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Exportadores agrarios españoles como Frunet, afectados por la crisis E.coli en Alemania, no necesitan ayudas sino recuperar sus mercados.
¿Cómo?
Reclamando una campaña institucional a las autoridades alemanas (tendrá mayor efecto que si el promotor es España), de modo que su impacto haga recuperar la cota de mercado perdida.
¿Cómo se mide eso?
Sencillo.
Mediante paneles como el Nielsen que registran cuotas de mercado periodicamente. Sólo basta compar el porcentaje de particicación inmediatamente anterior a la crisis, con el actual. Según se emite la campaña se van realizando nuevas mediciones. Se planificaría oleadas hasta recuperar el inivel inicial.